CUÍDATE: LAS CLAVES PARA EQUILIBRAR TU CUERPO Y TRANSFORMAR TU SALUD, Xevi Verdaguer, 2019
Seguimos!
hola Persona Humana,
hoy vamos a presentar un órgano muy importante, al que no siempre se le presta la atención que se merece. Esbozaremos cómo trabaja y el próximo martes daremos algunas claves para que ayudes a mejorar su funcionamiento.
El hígado, situado en la parte derecha del abdomen, es uno de los órganos encargados de desintoxicar el cuerpo (junto con los riñones, los intestinos y la piel).
Y lo hace mediante la eliminación de los tóxicos, tanto internos -sustancias de desecho producidas en el intestino- como externos – pesticidas y aditivos de los alimentos, alcohol, tabaco, medicamentos y otros contaminantes ambientales.
Además, el hígado tiene también que eliminar las hormonas sobrantes, principalmente el exceso de estrógenos (aunque también de andrógenos, tanto en hombres como en mujeres) producidos por el propio cuerpo y también introducidos a través de los alimentos, y que en exceso pueden favorecer alteraciones de salud, incluidos los cánceres hormonodependientes.
Cuantos más tóxicos entren en tu cuerpo, menos capacidad tendrá el hígado para eliminar estas hormonas, y viceversa, cuantas más hormonas tenga que eliminar el hígado, menos podrá ocuparse de los tóxicos.
Estamos expuestos a los tóxicos constantemente y durante toda nuestra vida, así que es importante facilitarle el camino a nuestro querido hígado, ya que verdaderamente tiene mucho trabajo…
¿Cómo desintoxica el hígado?
Todo este trabajo de eliminación lo realiza en 2 fases. Dado que las sustancias tóxicas tienen la mayoría de las veces una estructura lipídica (grasa) y ésta no es soluble en agua, el organismo se ha inventado un sistema fantástico de varios pasos para transformar estas sustancias. ¿Por qué? Porque su eliminación ha de hacerse forzosamente por la orina o por la bilis hacia las heces, de manera que es necesario que las toxinas sean hidrosolubles.
- Fase 1: el hígado convierte las toxinas en formas intermedias, mucho más activas químicamente -y por lo tanto más tóxicas- que serán procesadas por los enzimas de la fase II. La detoxificación de la fase 1 implica la participación de 50 a 100 enzimas que en su conjunto se denominan cytochorome P450 (CYP450) y cuya actividad varía de un individuo a otro según su genética, exposición a tóxicos y su alimentación. Personas con una Fase 1 lenta presentarán, por ejemplo, intolerancia a la cafeína o a los perfumes. Un efecto secundario significativo de esta fase es la producción de radicales libres durante la neutralización de las toxinas. El antioxidante para neutralizar estos radicales libres es el glutatión (GSH) que se oxida a disulfuro de glutation (GSSG). Esta sustancia es muy necesaria en uno de los procesos dominantes de la fase siguiente.
- Fase 2: en esta fase se neutralizan los subproductos de la desintoxicación hepática de la Fase 1 y otras toxinas restantes. Es principalmente una fase donde se termina de lograr que las toxinas sean solubles en agua y se unan con otras sustancias, de manera que puedan ser excretadas del cuerpo por la orina. Este proceso se conoce como conjugación. El glutatión, el sulfato y la glicina son las moléculas primarias responsables de este proceso. En esta fase existen 6 vías (que sólo presentaremos, no vamos a desarrollar hoy aquí):
- Conjugación con Glutatión
- Conjugación con aminoácido
- Sulfatación
- Glucuronidación
- Metilación
- Acetilación
Para que todas estas vías funcionen, las enzimas responsables necesitan nutrientes para activar o proporcionar las pequeñas moléculas que se fijan a las toxinas. Adicionalmente utilizan energía metabólica. Una disfunción mitocondrial, como sucede en alteraciones como la fatiga crónica, el déficit de magnesio o la inactividad física, pueden provocar un enlentecimiento de la Fase 2 y el consiguiente aumento de las sustancias intermediarias tóxicas, que siguen circulando en la sangre dado que el hígado está estresado y no las puede eliminar.
- Existe también una Fase 3, pero no aplica para todos los tóxicos. Es una actividad que se lleva a cabo en el intestino.
Conclusión
Las deficiencias en los sistemas de desintoxicación pueden provocar fatiga, trastornos del estado de ánimo, desequilibrios hormonales, infecciones e incluso enfermedades crónicas con el tiempo.
Ciertos hábitos diarios saludables, como incorporar ejercicio regular, exponerse de manera moderada al sol, gestionar el estrés, descansar adecuadamente, nutrirte con ciertos alimentos y plantas o evitar todo lo posible tóxicos ambientales (no tomar medicamentos sin receta -como el paracetamol- y eliminar disruptores endocrinos en cosméticos, plásticos, pesticidas y productos de limpieza) que promuevan una desintoxicación saludable pueden apoyar y mejorar el trabajo del hígado y aumentar así tu vitalidad, tanto de la mente como del cuerpo.
Gracias por seguir ahí!