THE CATCHER IN THE RYE, J. D. Salinger, 1951
Seguimos!
Hola Persona Humana, últimamente he tenido una misma conversación repetidamente: ¿hacia dónde va la humanidad?
Ante esta pregunta, siempre se han respondido aspectos referentes a la inteligencia (tendremos la cabeza más grande porque nuestro cerebro habrá crecido), a la tecnología (habrá hologramas, sistemas domóticos, robots biónicos) pero… ¿alguna vez nos planteamos cómo estaremos de salud?
Según los datos y las estadísticas, en los últimos 100 años la salud de la población de países llamados «desarrollados» ha empeorado sustancialmente. Cada vez estamos más enfermos más pronto.
Más allá de las pandemias recientes (desde la gripe española en 1918, pasando por el sida, SARS-CoV, MERS-CoV hasta el SARS-CoV2 en 2019), los verdaderos asesinos silenciosos del siglo XX y XXI son los síndromes metabólicos y auto-inmunes que padecemos en mayor o menor medida la mayoría de los habitantes de los países con más abundancia.
Obesidad, Diabetes tipo 2, hipertensión, cardiopatías, demencias, problemas de tiroides, cerebrovasculares, cáncer, fibromialgias, intolerancias y problemas del aparato digestivo, alergias, adicciones y un tan largo etcétera que daría para otro post.
Se repite mucho que ahora vivimos más que antes. Pero se olvida recordar que esos años extra los vivimos con más discapacidad. Antes las personas mayores morían casi de un día para otro de una caída, una infección o una neumonía. Hoy podemos pasar años postrados en sillas de ruedas, sin valernos por nosotros mismos ni recordar a nuestros seres queridos.
En muy poco tiempo hemos pasado de desayunar pescado frito o hígado encebollado a desayunar cacao (azúcar) en polvo, cereales azucarados, bollería industrial y galletas chocolateadas. Empezar el día con el chute de azúcar y de aceites trans propio de los ultra-procesados está tan normalizado que el raro eres tú si se te ocurre decir en público que comes algo diferente. Y cada vez se empieza antes: he visto bebés comiendo helado que les ofrecen sus padres con total tranquilidad!
Si dices que tus hijos sólo comen comida real la respuesta de la mayoría será «pobrecitos» o «estás obsesionada». Y no lo estoy, simplemente conozco en profundidad las consecuencias de comer de forma saludable, hacer ejercicio y descansar correctamente. La combinación de esas tres variables es la clave de la salud.
El ambiente obesogénico en el que vivimos lo empapa todo. Comprar en el supermercado es una ardua tarea, diría que sólo el 10% de lo que se vende es comida de verdad. Ver anuncios es increíble, sólo se presentan productos que una persona de hace 200 años no reconocería como algo comestible.
Entonces, recuperando la pregunta original: ¿Cuál creo que es el futuro de la humanidad?
Teniendo en cuenta que las personas cada vez comemos más productos salidos de las fábricas y menos alimentos obtenidos de la naturaleza, que cada vez nos movemos menos y hacemos aún menos ejercicio físico, que cada vez dormimos menos horas y descansamos peor, que estamos enganchados a más tecnología y drogas (como el azúcar, la nicotina o el alcohol), que hemos roto los ritmos circadianos que daban orden a nuestros procesos internos y que estamos desconectados de la naturaleza y de los demás, entre otros, veo una humanidad debilitada.
El potencial físico y mental de un ser humano se despliega cuando se estimula, cuando se presentan retos. Conseguir comida ya es sencillo, puedes hacerlo desde el sofá de tu casa. No hay que construir cabañas ni hay que defender territorios. No hay enemigos contra los que luchar a muerte. Tenemos hospitales, colegios, gimnasios. De hecho hacer deporte es sólo una opción, para los que quieran.
Recuerda que somos uno. La separación entre mente y cuerpo está hecha sólo a efectos de estudio, pero somos entes completos, en los que todo está interconectado. Nunca fue tan cierto como en estos días aquello de Mens sana in corpore sano.
Te animo a que pongas en marcha todas tus cualidades para equilibrar tu bienestar, si necesitas una guía ya sabes dónde encontrarme.
Gracias por seguir ahí!