NESNESITELNÁ LEHKOST BYTÍ, Milan Kundera, 1984.
Seguimos!
Hola, en ésta ocasión me dirijo a ti para decirte que te entiendo. Porque yo he estado en esa misma situación en la que te encuentras tú. He pasado por todo el proceso: desde pensar que ya tenía hábitos saludables -aún no siéndolo- y afirmar con rotundidad que nadie podía enseñarme nada, hasta caer en la cuenta de que algo tenía que cambiar pero sin saber ni qué ni por qué ni por dónde empezar.
Ese momento en el que decides que quieres cambiar, lo cambia todo. En ese preciso momento coges las riendas de tu vida, te haces responsable. Aceptas que puedes aprender, que necesitas aprender y que no lo sabes todo. Pero aún falla algo.
Y qué es eso que falla? Que para cambiar por fuera, para cambiar hábitos, primero tienes que cambiar por dentro. Necesitas una transformación interior profunda, hacer borrón y cuenta nueva de muchas de las cosas que tenías grabadas a fuego en tu mente: tus creencias.
Ésto del cambio es un proceso, ya hablaremos de ello más adelante, hay diversas estrategias, pero en cualquier caso es un proceso.
A mi alrededor oigo constantemente esa frase que empieza por: «quisiera cambiar de hábitos pero….». Ayyyyy ese «pero». Ese «pero» lo cambia todo. Un «pero» invalida automáticamente todo lo que se ha dicho antes.
Las sociedades modernas tienen muchas ventajas (de hecho casi todo son ventajas) pero tienen tres inconvenientes muy marcados que están transformando al ser humano en un ser enfermo crónico: la abundancia desmesurada, la búsqueda de la comodidad total y, envolviendo esas dos perlas, la irresponsabilidad personal.
Revisa si eres una persona que tienes alguno de los siguientes discursos y, si es así, hablemos:
- yo ya tengo buenos hábitos de vida, nadie me puede enseñar nada
- esto de cambiar de hábitos es una moda, ahora se dicen unas cosas y en un tiempo se dirán otras, como pasó con el aceito o los huevos
- quiero cambiar de hábitos pero no sé cuáles son los adecuados, cuáles debería mantener, cuáles eliminar y cuáles adquirir de todo lo que se dice por ahí
- hubiera querido cambiar de hábitos, pero ahora soy demasiado mayor y ya no vale la pena o es imposible
- quiero cambiar de hábitos pero no sé cómo ni por dónde empezar: orden o prioridades
- quiero cambiar de hábitos, me he informado pero no sé a quién creer y quién no creer de todos los que se atreven a escribir por ahí
- quiero cambiar de hábitos pero no tengo fuerza de voluntad y siempre digo que «mañana empezaré» pero no lo hago
- ya he intentado antes hacer cambios en mi vida y no los he conseguido mantener porque se me hacía muy duro
- ya hice algunos cambios en el pasado pero mi entorno me hizo replanteármelo o no encajaba en mi día a día
Si alguna de esas frases te suena, bienvenido o bienvenida al club! Estás en la media de la población que se esfuerza por entender -y mejorar. Ya te has dado cuenta, has dado el primer paso.
En éste blog te voy a tranquilizar, y te voy a demostrar que, con la mentalidad adecuada, se pueden hacer pequeños cambios en el día a día, adaptados a tu rutina y a tu realidad de forma estratégica, que generarán grandes resultados que transformarán tu salud y bienestar.
Gracias por seguir ahí!